¿Cómo invertir con poco dinero?
Muchas veces somos conscientes de que la inversión es un paso necesario para crear patrimonio, y conseguir la libertad financiera. Sin embargo, no sabemos cómo hacerlo, o bien, contamos con poco o ningún capital para ello. Entonces, se continúa preso en la trampa de un empleo que no consigue cambiar en absoluto la situación.
Invertir con poco dinero es posible, aunque probablemente requiera que cambies la manera en que vienes viviendo tus finanzas.
Ahora bien, continúa leyendo y descubre los pasos para comenzar a invertir desde cero:
Paso 1: Invierte en ti
Puedes tener poco dinero para comenzar a invertir en la bolsa, pero difícilmente tendrás muy poco para invertir en ti. Si quieres comenzar a invertir con poco, lo primero es hacerlo en ti y en tu formación. De esta manera tu mente se ampliará y será cada vez más fácil mantenerte en el camino hacia la inversión.
Así, el primer paso para invertir con poco dinero es crear el hábito de la lectura, específicamente la lectura relacionada a temas financieros y de inversión. En lo personal, te sugiero comenzar con los siguientes:
- El Inversor Inteligente de B. Graham
- Un Paso Por Delante de Wall Street de P. Lynch
- Análisis Técnico de los Mercados de J. Murphy
Vas a pensar mejor habiendo leído estos libros que sin haberlos leídos. A la larga leer te va a ayudar a conseguir mejores resultados y eso es lo que verdaderamente importa: los resultados. Piénsalo, si consigues tener éxito con tu negocio o invirtiendo, a nadie le va a importar a qué universidad fuiste ni qué título tienes.
Internet es una fuente ilimitada de información financiera. Existen muchos cursos que puedes tomar para aprender y ampliar tu mente. Los cursos son un complemento genial a los libros. Puedes encontrar cursos y contenidos valiosos, muchos de ellos gratuitos. Busca cursos donde te hablen desde la experiencia, donde te comenten no sólo de los éxitos sino también de los errores cometidos.
Invierte tiempo y recursos en ti, aprende, edúcate, pensando en cómo lo aprendido te llevará a tener más y mejores resultados. Es un error muy común entre las personas, prestar más atención en como lo que estudian o aprenden se va a ver en su currículo que en cómo va impactar sus finanzas a la larga. Si te identificas con estas personas, si para ti es más importante el cómo luce tu currículo, que en el impacto que un conocimiento o habilidad tendrá en tu bolsillo. Entonces, estás pensando como empleado. Esto es muy peligroso, y te mantendrá alejado de la riqueza toda tu vida.
Paso 2: Desarrolla habilidades que te lleven a crear capital
No debemos perder de vista nunca que invertir requiere de capital. No necesitas una cantidad mínima para comenzar, pero, mientras más capital tengas al comenzar mejor. Pues, invertir se trata precisamente de hacer que el dinero trabaje para nosotros.
Ahora ¿qué pasa si no tienes dinero para comenzar? Bueno, tendrás que conseguirlo. Una manera de hacerlo es desarrollando una o dos habilidades demandadas por el mercado que te permitan conseguir dinero. Hoy en día internet ofrece un mercado gigantesco donde vender tus habilidades y generar un flujo de ingresos.
Entre algunas de las más demandadas se encuentran la programación, las relacionadas con el marketing y la publicidad, y la gestión de proyectos. Estos son tan solo algunos ejemplos. Dedica algunos días a revisar qué habilidades tienes y cuáles son las más solicitadas en internet.
No importa si ya tienes un empleo, puedes tomar esto como una oportunidad y emprender tu propio negocio. Incluso puedes ofrecer tus servicios a tu actual empleador. Una vez hayas definido las habilidades que tienes, o que debes aprender, para hacer dinero y comenzar a crear tu capital, enfócate en aspectos como el marketing digital, y la automatización de procesos. Estas sirven de palancas cuando quieres aumentar las ventas. Tal vez sientas que este no es el camino más cómodo o más certero. Pero si lo que quieres es comodidad y certidumbre, entonces el mundo de la inversión tal vez no es lo que estás buscando. La libertad financiera, la riqueza sólo se construye saliendo de nuestra zona de confort.
Paso 3: Acumula capital
Para invertir es necesario acumular capital, es decir ahorrar. Entonces, cuando ya has empezado a generar ingresos suficientes, debes comenzar a ahorrar. Mientras más dinero logres ahorrar mes a mes, más rápido conseguirás reunir el capital necesario para comenzar a invertir.
Uno de los principales obstáculos que se interponen entre tú y el ahorro es que nos han entrenado para consumir, para gastar. Sucede así que, aun incrementando los ingresos terminas sin contar con la liquidez suficiente para reunir el capital necesario y finalmente invertir.
En este sentido, un paso fundamental para invertir con poco dinero, es programar tu mente para acumular e invertir antes de gastar. Haz un presupuesto cada mes, controla tus gastos y destina disciplinadamente tanto dinero como puedas al ahorro.
Paso 4: Invierte
Según tu capacidad para generar ingresos y controlar tus gastos, construir un capital suficiente para invertir te tomará un determinado tiempo. Fíjate una meta. Proponte reunir el capital que consideres correcto para comenzar en un plazo de tiempo específico.
Ya con el capital reunido, debes contactar con un broker que te sirva de intermediario en la Bolsa de Valores. El siguiente paso es conocer tu perfil de inversor: conservador, moderado o arriesgado. Esto determinará el tipo de instrumento en el que colocaras tu dinero. Si has cumplido con el primer paso, para este punto tendrás algún tipo de conocimiento de los análisis pertinentes y en conjunto a tu perfil, y la asesoría de tu broker, podrás decidir en qué has de invertir.
Paso 5: Entrena tu mentalidad y emocionalidad al invertir
Imagina que mañana te levantas con todos los conocimientos de inversión que tiene uno de los grandes de la inversión como Warren Buffett ¿Crees que tendrías el mismo éxito en la bolsa? Tal vez no. La razón de esto es la mentalidad y la capacidad para manejar la parte emocional. Esto es algo fundamental en el mundo de la inversión. No es fácil ver cómo el precio de tus acciones cae repentinamente, por ejemplo. Muchos experimentan dolor de estómago, ansiedad y hasta pánico, lo que los lleva a tomar decisiones impulsivas. En este sentido, es necesario desarrollar la mentalidad y la emocionalidad correcta, acorde a la estrategia de inversión que has desarrollado.